Cómo entender la personalidad de los bebés.
- Andrea Gelvez
- 31 oct 2024
- 8 Min. de lectura

Los bebés quieras o no vienen al mundo con una personalidad en blanco y que se va formando y moldeando desde que nacen hasta son adultos. Tratar de adivinar cómo será la personalidad de tu bebé cuando sea grande es algo que pasa por la cabeza de todos los padres. Incluso desde que está dentro del vientre de mamá, ya comenzamos a decir qué tan tranquilo o qué tan extrovertido será. Pero cabe mencionar que no todos los factores que determinarán la personalidad de él/ella viene en su ADN. Para interpretar mejor las señales de tu bebé, es importante aprender a diferenciar tres términos que comúnmente se usan cuando hablamos de personalidad:
• Temperamento: este se refiere a las características psicológicas que se expresan en el nivel de excitabilidad o emoción con el que una persona se comporta en su día a día. Se podría decir que es algo que se hereda, ya que desde las primeras 24 horas de vida de un bebé, podemos identificar que algunos son más tranquilos, activos, enojones o llorones que otros.
• Carácter: este no se define al nacer, sino que se va formando con la educación y el contexto social en que se desarrolla el bebé. Igualmente está íntimamente relacionado con las experiencias que vive, ya sean positivas o negativas. Sin duda, el carácter irá en proporción con los retos que enfrentará durante su crecimiento.
• Personalidad: es el temperamento y el carácter los que le dan forma, ya que se construye por factores biológicos y sociales que en combinación definen la forma de pensar, sentir y de actuar de cada persona. Ésta nunca es definitiva ya que a lo largo de nuestra vida puede transformarse de acuerdo con lo que aprendemos, lo que vivimos o lo que experimentamos.
Conociendo ello, podemos hablar de algunos rasgos que puedes ir identificando en tu a su corta edad, como son:
• Ser activo o tranquilo: desde muy pequeñitos se ve la diferencia. Esos recién nacidos que apenas pueden sostener el cuello pero que, con los ojos muy abiertos, no se pierden detalle de lo que pasa a su alrededor. Y luego están los otros, bebés muy tranquilos que podrían pasar horas mirando la vida pasar desde su cuna sin problemas.
• Adaptación a los cambios: los peques flexibles son la envidia de los papás. Los ves en las noches de verano durmiendo a pierna suelta en su carrito mientras sus padres se toman algo en cualquier terraza. Hay otros a los que cualquier cambio de horario o de planes les trastoca hasta el punto de agarrarse una rabieta o tardar horas en dormirse.
• Mayor o menor sensibilidad: un bebé sensible llevará mal ir de brazo en brazo y puede molestarle desde un ruido de la calle que a nosotros nos pasa desapercibido hasta el simple roce con la etiqueta de la ropa. Un bebé menos sensible será más fácil de calmar y mientras tenga sus necesidades cubiertas, es raro que se muestre descontento.
Ahora bien, los bebés saben por instinto que deben seguir una serie de patrones de comportamiento y conducta que los hacen únicos y especiales y van asimilando esos patrones a su impronta en la medida en que van siendo más conscientes y conocedores de estos. Por ello, se dice que la verdadera personalidad de los bebés se va creando y mostrando a partir de que cumplen el año de vida. Antes sólo aprenden por instinto que hay ciertos comportamientos que deben conocer y gestionar adecuadamente y así mismo que hay distintos temperamentos que deben ajustar de forma natural de acuerdo con cómo se maneje el día a día.
Para profundizar en lo que es la personalidad de los bebés y de todo ser humano, hay que entender primero que la personalidad se compone de 2 elementos: el temperamento natural (el cual se puede mirar como el tipo de mar en el que tú navegarás toda la vida) y la capacidad de autogestionar las emociones (el tipo de barco que usarás).
Según el Dr. Harvey Karp, profesor adjunto de pediatría en la Escuela de Medicina Keck, en la Universidad de Carolina del Sur, hay 4 tipos de personalidad que presentan los bebés a partir del primer año. Vamos a ir profundizando en cada uno de esos tipos y luego al final haremos un test pequeño para ver cuál crees que es el tipo de personalidad que puede tener tu bebé en esta etapa, ¿ok?
El primer tipo es el Bebé explosivo (mal temperamento + poca gestión emocional).
Durante los primeros meses de nacido, todos los bebés experimentan episodios de frustración de manera esporádica, ya sea al tener hambre, al sentirse incómodos o al no tener su juguete favorito a la mano. Los bebés explosivos, o “apasionados”, lo pueden llevar a otro nivel de frecuencia e intensidad experimentando llantos desgarradores que colocan a los papás y mamás en un estado permanente de alerta ante las exigencias y necesidades que requiere.
Incluso, en situaciones extremas, los bebés con esta personalidad preferirán aferrarse a su episodio de llanto antes que satisfacer naturalmente la necesidad que lo disparó, por lo que es importante que siempre se busque persistir sin caer en la desesperación.
¿Cómo cuidar de un bebé explosivo?
Los padres de este tipo de bebés deben practicar la paciencia, el desapego, la constancia y la practicidad y controlar primero sus propias emociones. Para lograrlo, ármate de toda la paciencia que puedas y confronta a tu bebé. Mantén un tono de voz neutro y enfócate en llevar a cabo la solución a la incomodidad de él/ella. Esto puede ser persistir en darle tu pecho a tu bebé o tomarte más tiempo del acostumbrado para cambiar un pañal. Durante este periodo busca enfocar tu mente y centrarte en la solución respirando profundamente y, una vez que te hayas concentrado mentalmente, regresar a la acción.
Bebé sensible (temperamento sensible + gestión emocional regular)
Existen también recién nacidos con sus sentidos muy sensibles al nacer. Siempre alertas y atentos, estos bebés pueden reaccionar negativamente ante olores, luces y sonidos de todo tipo, lo que generalmente resulta en algunos episodios de llanto descontrolable.
¿Cómo cuidar de un bebé sensible?
Este tipo de personalidad reacciona directamente a su espacio personal y a sus sentidos, los cuales se encuentran aún en desarrollo y por lo tanto pueden continuar sensibles durante meses.
No te preocupes, si en alguna ocasión tu bebé se aleja de ti o mira hacia otro lado. No se trata de un signo de enojo o de desamor, simplemente es una reacción instintiva generada por sus sentidos. Retrocede un poco para permitir algo de espacio entre ustedes y entre más estés consciente de los aromas, sonidos, sabores y texturas que desagradan a tu hijo, más tranquilidad le podrás proporcionar.
Bebé intenso (temperamento retador + poca gestión emocional)
Este tipo de bebés son aquellos que suelen pasar de plena alegría, al llanto intenso en cuestión de segundos. Un bebé intenso es un reto para cualquier madre o padre, pues pocas cosas ayudan a calmarlos. Su personalidad es tan grande e intensa que pareciera que solo tienen tres modalidades: llorar, reír y dormir. Reconoce qué cosas ayudan a mitigar los episodios de llanto en tu bebé y en muy poco tiempo te llevarás una grata sorpresa.
¿Cómo cuidar de un bebé intenso?
La mejor manera de cuidar de este tipo de personalidad es de manera estratégica. Recuerda que las mismas emociones de tu pequeño rebasan su control emocional, por lo que es importante que no desesperes. Prepara múltiples estrategias para arrullar o distraer a tu bebé apenas identifiques un llanto en el horizonte, y mantén siempre a la mano su juguete favorito.
Es importante que consideres que estos bebés también pueden desarrollar cierta dependencia hacia algunas de las tácticas más efectivas (como los peluches con luces y sonidos), por lo que te recomendamos no abusar de ellas y complementarlas con otras técnicas, apenas tengas oportunidad.
Bebé tranquilo (temperamento relajado + buena gestión emocional)
Para muchos padres, la personalidad ideal que todo bebé debería tener. Estos bebés suelen ser muy suaves en sus modos de comunicación y casi nunca lloran, incluso desde sus primeros días. Los sonidos y las luces normales no los intimidan, a menos que sean demasiado violentos. En este caso, lo ideal es prepararse para calmar esa tormenta tomándolo en brazos para arrullarlo o distrayéndolo con su juguete preferido. Al final de cuentas, siguen siendo bebés.
¿Cómo cuidar de un bebé tranquilo?
Un bebé tranquilo sigue requiriendo de los cuidados y atenciones de cualquier recién nacido. Si eres afortunado de que tu bebé tenga esta personalidad, lo ideal es que disfrutes cada momento al máximo con él o ella, ya que su desarrollo psicomotriz y cognitivo aún depende de tus interacciones.
Una buena idea puede ser combinar juguetes de primeras actividades, con juegos que estimulan su movimiento y coordinación. A la hora de dormir, puedes establecer una rutina que integre algunas canciones de cuna que lo arrullen, o puedes estimular sus sentidos de la vista y el oído al compás de las suaves melodías de un móvil con proyector de estrellas.
Ahora que ya sabes los tipos de personalidad que existen me gustaría que te preguntaras: ¿con cuál tipo de personalidad identificas a tu bebé? Y si ya está más grande o está en otra etapa del desarrollo, ¿cuál fue el tipo de personalidad que tuvo tu hijo en esa etapa de bebé? Y si tienes sobrinos, o nietos, ¿cuál fue el tipo de personalidad que presentó o presenta en esa etapa de bebé? Y también me gustaría que realizáramos un ejercicio y es preguntarte a ti también ¿qué tipo de personalidad crees que tuviste cuando estabas en esta etapa? ¿Eras del tipo explosivo que expresabas tus necesidades llorando de manera intensa? O eras más bien sensible, es decir, que te molestaban cierto tipo de sonidos, texturas, ¿lugares… a donde estuvieses? ¿Eras de los que expresabas tus sentimientos de manera explosiva e incontrolable cuando eras bebé? O por el contrario eras más bien tranquilo/a y calmado/a a la hora de comportarte cuando estabas en esa etapa?
Y habiéndote contestado estas preguntas, aquí te dejo unos tips fabulosos que te van a permitir entender todavía mejor la personalidad de tu bebé:
1. Comprender que cada tipo de personalidad viene ligada por la genética natural del bebé. Tu bebé viene al mundo con un tipo de personalidad que, aunque no te guste e incluso te haga muchas veces desesperar, es su manera de ser en esa etapa. Por lo tanto, debemos aprender a lidiar con ella y a entender las diversas formas que tiene el bebé de expresar sus emociones, pensamientos, sentimientos y sensaciones frente al mundo. Comprender esto y ser empático con ello nos ayudará a conectar mejor y a entender cada una de sus reacciones.
2. La personalidad innata del bebé no cambia, pero aprende a autorregularse. Con el paso de los meses va aprendiendo a sonreír, agarrar, masticar y arrullarse a sí mismo, así como reír, morder y caminar para expresar sus emociones y gestionar mejor sus sentimientos y sensaciones frente al mundo que lo rodea. Es importante acompañarlo en ese proceso de aprendizaje y no desfallecer.
3. Entiende que cada personalidad es única, especial y cada una tiene características importantes que debes interiorizar para aprender así a satisfacer sus necesidades según su temperamento. Si sabes que tienes un bebé que su personalidad es explosiva en ciertos momentos, pues debes ajustarte a ese tipo de bebé y entender cada una de sus maneras de expresar sus emociones para no dejarte llevar por la desesperación y así mismo no caer en desbordes emocionales o berrinches.
4. Recuerda ser siempre puerto seguro para nuestros hijos. Al ellos ir comprendiendo y viendo en ti un modelo de regulación emocional y de espejo de cómo expresar las emociones asertivamente, verás que van a ir adquiriendo esas herramientas por imitación y van entendiendo por si mismos que hay diversas estrategias para poder moldear su personalidad de forma eficaz.
Espero que toda esta información te haya sido útil para entender mejor la personalidad de tu bebé y empezar a identificar esos rasgos que lo hacen único y especial. Un abrazo enorme.
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